Esta actalización está dedicada al Pampelmousse, ese maravilloso a la par que desconocido licor de pomelo fabricado allá por los años de la postguerra (la segunda mundial) en la república federal alemana.
Sin embargo, vamos a empezar comentando la noche del viernes. Hacía mucho tiempo que no se programaba una sesión especial de cine con amigos en casa, de esas que me gustan a mí, noche de relax, agradable compañía, conversaciones poco trascendentales y cotilleos a mansalva. Todos los requisitos para ser una gran noche estaban dispuestos. La elección de la peli siempre es el tema más controvertido, ya que el 80% de las veces acaba siendo un bodrio pero en todas las ocasiones la velada acaba siendo agradable. En este caso la peli elegida fue Semen , prometía ya que los protagonistas son Ernesto y Hector Alterio. La peli es una comedia romántica de enredo, no es ninguna maravilla pero los dos actores (padre e hijo en la ficción y en la realidad) están estupendos como siempre. Al 20% que aguantamos despiertos nos gustó, al resto supongo que les gustó más el sueñecito que se echaron. El verano está llegando y se nota que la gente pide a gritos las vacaciones y eso es lo que pasó, y eso teniendo en cuenta que aún no tengo mis nuevos sillones, para cuando los tenga no sé si merecerá la pena coger peli o quedar directamente para echarnos un sueñecito comunal.
El día del sábado se pasó en Salamanca. Bodas, bodorrios y bodorriones me obligan últimamente a hacer una de las cosas que más odio, que es pasar días enteros de tiendas. En esta ocasión tocaba ir a Salamanca, todo el día de un lado a otro con un sol de justicia, pero iba con pke y mami y la buena compañía hacía olvidar lo poco que me gusta ir de compras. Como resultado nos vinimos con una cosa menos con la que fuimos. Un día entero de compras sin comprar nada, maravilloso.
Y aquí llegamos al punto álgido del fin de semana, cumple de Chuchi. Amablemente nos invitaba a cenar en el Samuel (famoso por sus maravillosos callos), viendo como la selección para no perder la costumbre empataba a cero. La cena estuvo muy divertida, recordando viejos tiempos y cantando todas las caciones de cumpleaños que existen (en castellano el cumpleaños feliz, feliz feliz en tu día y es un muchacho excelente). Cuando acabamos de cenar empezamos a dar cuenta del pampelmousse, un licor desconocido que encierra un enigma importantísimo, o las botellas tienen más de 30 años o la república federal de alemania sigue en pie. Empezamos a brindar por todo hasta que dimos cuenta de siete botellas para once personas. Imaginaos el panorama, entre el pampelmousse y las correspondientes jarras de cerveza y sangría que habíamos tomado en la cena la gente iba ya bastante borrachilla.
Posteriormente fuimos al Antartida y ahí nos separamos, unos fueron a La pera limonera y otros nos fuimos al 47. Yo no voy a ser quien cuente lo que pasó en la pera limonera entre otras cosas porque no estuve allí. Al 47 fuimos Mariano, Bruti, Isi y yo. Como ibamos ya como la moñoño Mariano y yo decidimos entrar en el futbolín y a pesar de que nuestra actuación fue sumamente lamentable logramos marcar un mínimo (y máximo) de dos goles en cada partido, así que afortunadamente no tuvimos que pasar por debajo, lo que habría sido bochornoso y a la par imposible dado nuestro estado etílico.
En el sextil lo de siempre, amigos borrachos totalmente ajenos a lo que ocurre a su alrededor. Mariano como siempre en su salsa, Felix deleitandonos con mi agüita amarilla con la correspondiente coreografía interpretada por Mariano y yo mismo, Charlie siendo besado insistentemente por dos chicas que le habían acompañado y que no sabían que hacer para llevarsele al huerto. Yo con mi pedete me mostré muy amable con ellas y las indiqué el camino adecuado para llevarsele al catre (quiero pedir disculpas a Charlie si se sintió ofendido por ello, la verdad es que estaba fatal y me lo pasé muy bien haciéndolo pero en circunstancias normales no se me ocurriría hacerlo)
Lo que más me gustó de todo es que pke me acompañó en todo momento y pude compartir con ella todas estas risas, bailes...y se juntó estar con mis amigos a los que quiero y con ella a la que quiero más aún. Fué una noche inolvidable.
El broche de oro lo puso Melenas tocando la campana, lo que arrancó nuestros típicos cánticos dirigidos magnificamente por el maestro de orquesta Pichita (no con la pichita sino con la batuta)
Más o menos es de lo que me acuerdo, o lo más destacable de la noche. De lo que también me acuerdo es de que el domingo tenía una resaca terrible que me impidió ver la F1 con la pasión con que lo hago habitualmente.
Aún así fue un carrerón, dominado de principio a fin por Fernandito, demostrando una vez más la madera de campeón que lleva dentro. Fueron antológicas las vueltas en las que sabiendo que en Mónaco es casi imposible adelantar levantó el pie del acelerador para gastar menos neumáticos y mantuvo a raya a Kimi y Webber.
Aparte de la victoria de Alonso, es de destacar la antideportividad de Schumacher. Todos sabemos que es un campeón, que ha marcado una época en F1, pero todo queda empañado por sus actuaciones antideportivas que le han acompañado siempre. Espero que siempre sea recordado por los incidentes que ha provocado siempre que ha tenido competencia para el título. Siempre se le recordará cerrando a Damon Hill en Australia, a Villeneuve en Jerez y el sábado en Mónaco la jugada que intentó en la última vuelta de los entrenamientos. Además del contrato que tiene con Ferrari en el que indica que él elige su compañero de equipo y que además no le podrá ganar. En definitiva, un campeón descafeinado.
Os iba a deleitar con el magnifico vídeo de mi agüita amarilla pero no ha sido posible porque no funciona el link, en cuanto sea posible lo pondré.
