15 noviembre 2006

Me hago viejo

Dia tras día me doy cuenta de que envejezco. Las cosas no son lo que eran, unas cosas dan paso a otras, hasta que llega el día en que ves que nada es como antes.

Hace no tanto, veía a mis amigos a diario, salía de copas muy a menudo, hacía deporte, iba de compras con mi madre (para que pagara la factura, claro), me cabreaba y pasaban semanas hasta que se me pasaba el cabreo, todo era mucho más sencillo...

Un día, te levantas y sientes que el cabreo que tenías ayer se te ha pasado, y piensas:

Joder, que raro, ayer estaba cabreado y de repente no lo estoy, es más, bromeo sobre el motivo por el que estaba cabreado.

De repente te das cuenta de que el motivo es que has aceptado el problema que tienes. Hasta ahí, estupendo, el problema viene cuando nunca has sabido qué es eso de aceptar un problema. Los problemas se machacaban, se liquidaban o te olvidabas de él, pero ¿aceptarlo?, eso no había tenido sentido hasta ahora.

Es como cuando vas a la playa, colocas la toalla a 20 metros del agua, te relajas, te pones a escuchar música, a leer y cuando te das cuenta el agua está mojando tu toalla.

Te pones a pensar sobre ello y descubres que tu vida cambia, las cosas cambian y tu forma de ser cambia a su vez. Todo es diferente, no es ni mejor, ni peor, simplemente diferente. Eso sí, de lo que me siento orgulloso es de que todo está en su sitio, donde tiene que estar, todo lo que he hecho me ha llevado al punto donde estoy ahora, y lo sé. No me hago preguntas sobre por qué esto es así o asao, simplemente sé que el que sea así tiene un motivo. No ha sido Dios el que ha movido mi vida, he sido yo.

Me alegro de no ser ese tipo de gente que cuando algo le sale bien se vanagloria de ello, piensa en lo bueno que es y da gracias a Dios y, sin embargo, cuando algo le sale mal le pregunta a Dios qué ha sido lo que ha hecho mal. Dios no le va a contestar nunca, tendrá que escarbar dentro de sí mismo para encontrarlo.

Con respecto a mi frustración del otro día está aceptada y superada. Resulta que no era culpa mía y que yo no podía hacer nada. De hecho el problema trajo de cabeza al departamento técnico del programa durante un par de días. Eso sí, lo solucionamos y además comunicandonos en inglés (lo que me subió los humos e hizo que me olvidara de mi frustración informática)

Una vez superado el problemilla que tuve con la palm tengo que recomendaros a todos ese aparatejo. No es mío, es de Nuri pero me encantaría que fuera mío. Me encanta preguntarla sobre ella. La conversación estándar es algo así:

- ¿Que has hecho en el viaje?
- Nada, he estado organizando los cursos con la palm.
- ¿Y has escuchado música?
- Sí
- ¿Todo a la vez?
- Sí
- Joder, como me gustaría tener un chisme de esos...

Y eso que no la gusta ver pelis o series en el tren, yo, sin duda, sería lo que más haría (bueno, también leería e-books). Es una locura de trasto.

Para finalizar, quiero enviarle a farito mucho animo desde estas líneas y recordarle que en algunos sitios se le aprecia como el se merece.

No hay comentarios: